Cómo hacer frente al COVID-19

Con más de dos mil fallecidos y 33.000 contagiados, la pandemia por el coronavirus COVID-19 ha paralizado España con un Estado de Alarma que obliga a sus ciudadanos a permanecer en casa con la esperanza de reducir la expansión de la pandemia.

¿Qué es?

Los coronavirus pertenece a una familia de virus descubierta en la década de los sesenta del pasado siglo, pero que son capaces de provocar diferentes enfermedades en el ser humano variando desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave. En general, este tipo de virus no son peligrosos; se encuentran tanto en animales como en humanos y son más habituales en otoño e invierno, cuando las condiciones climáticas favorecen su supervivencia. Su nombre deriva de su aspecto, pues presenta una especie de corona o halo

Causas

Hasta ahora, los coronavirus se transmitían de forma limitada entre los seres humanos. Aunque su origen es desconocido, sí se sabe que algunos animales (como los murciélagos) actúan como reservorios, por lo que se presume que el COVID-19 tiene un origen animal, relacionado con un mercado de animales vivos existente en la ciudad de china de Wuhan.

De forma general, la transmisión de este tipo de virus se produce por vía respiratoria, utilizando para ello las gotitas que se expulsan al toser, al estornudar o al hablar, aunque debido al tamaño del COVID-19 (bastante grande en términos de virus) el contagio de este se produce más por contacto.

En los últimos años, se han producido tres brotes epidémicos importantes causados por este tipo de virus.

En noviembre de 2002, el SARS-CoV (síndrome respiratorio agudo y grave), proveniente de China, afectó a más de ocho mil personas en 37 países diferentes y, con una letalidad cifrada en el 10%, provovó más de 700 muertes.

En octubre de 2012, se detectó el MERS-CoV (síndrome respiratorio de Oriente Medio) en Arabia Saudita, contabilizando más de 2.400 casos de infrección en distintos países con más de 800 muertes (letalidad del 35%).

En diciembre de 2019, el COVID-19 dejó los primeros casos en la ciudad de Wuhan, originando la actual pandemia con más de 180.000 infectados en todo el mundo y un nivel de letalidad variable, pues mientras que en China se sitúan entre el 2 y del 4 por ciento, fuera de dicho país se reduce a un 0,7 por ciento. Igualmente, en Madrid, la comunidad autónoma que registra más casos, cifra la mortalidad en un 7 por ciento, en gran parte como consecuencia de los numerosos casos de infección detectados en población de riesgo, especialmente, las personas mayores.

Síntomas

Los principales síntomas de la infección son tos, dolor de garganta, fiebre, dificultad respiratoria (disnea), dolor de cabeza, secreción y goteo nasal y escalofríos y malestar general. No obstante, dependiendo de las características físicas del enfermo, los síntomas cursan de forma muy variable, pues se han detectado desde pacientes asintomáticos hasta síntomas respiratorios graves que pueden conllevar la muerte. De hecho, los síntomas más graves y la mayor mortalidad se registra en persona mayores, individuos inmunodeprimidos y enfermos crónicos con dolencias como diabetes, algunos tipos de cáncer o enfermedad pulmonar crónica.

Para realizar el diagnóstico, es necesario llevar a cabo un cultivo de nariz y garganta o, incluso, un análisis de sangre, además del control de la temperatura. También es posible llevar a cabo una tomografía de tórax para determinar los síntomas de neumonía, así como pruebas de anticuerpos y aislamiento del virus, análisis de coagulación de sangre, análisis bioquímicos y un conteo sanguíneo.

Prevención y tratamiento

La inexistencia de una vacuna o de un tratamiento específico convierte a la prevención en el principal mecanismo de defensa frente al COVID-19. Según la Organización Mundial de la Salud, es necesario:

  • Lavarse las manos frecuentemente con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
  • Adoptar medidas de higiene respiratoria, cubriéndose la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelos al toser o estornudar.
  • Mantener el distanciamiento social al menos de 1 metro, particularmente con aquellas que tosan, estornuden o tengan fiebre.
  • Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, pues las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas por el virus.