8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

El 8 de marzo es un día dedicado a la reivindicación de los derechos fundamentales de las mujeres de todo el mundo, así como de un sistema que garantice la igualdad real entre hombres y mujeres.

El Día Internacional de la Mujer originalmente se llamaba Día de la Mujer Trabajadora, y se orientaba a la lucha de las mujeres por la emancipación, su desarrollo personal y su participación en sociedad. En 1975, las Naciones Unidas denominaron este día con el nombre que hoy conocemos.

El día que se conmemora es el 8 de marzo de 1857, un día en el que cientos de mujeres que trabajaban en una fábrica textil de Nueva York organizaron protestas bajo el lema “Pan y rosas” para reivindicar un salario digno, ya que su salario era menos de la mitad que el que cobraban los hombres de la misma fábrica. Además, pedían el fin del trabajo infantil. Estas protestas desencadenaron unas cargas policiales que provocaron la muerte de 120 de las personas que protestaban. Este caso de brutalidad policial, unido a la precariedad y desigualdad que sufrían, provocó que, dos meses después, se fundase el primer sindicato femenino de la historia.

El Día Internacional de la Mujer fue proclamado en 1910 en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, cuando se reclamó el derecho al sufragio femenino. La propuesta de este día fue dada por Clara Zetkin, con el respaldo unánime por la conferencia, en la que había más de cien mujeres procedentes de 17 países diferentes.

En España, a partir de ese momento, se aprobó una real orden que autorizó que las mujeres tuviesen el acceso a la enseñanza superior bajo las mismas condiciones que los hombres. Emilia Pardo Bazán era entonces la Consejera de Instrucción Pública. Realmente no estaba prohibido, sin embargo, no se concebía que una mujer quisiera estudiar y saliese de casa en vez de preocuparse únicamente por ser buena esposa y madre. Sin embargo, este acceso había sido suspendido en 1882 para volverse a aprobar en 1888 bajo previa autorización del Ministerio de Instrucción Pública y de cada uno de los miembros del profesorado; comprometiéndose a garantizar el orden en el aula. No fue hasta 1910 cuando esto se regularizó y las mujeres pudieron matricularse en Estudios Superiores bajo las mismas condiciones que los hombres. Y realmente fue una fecha temprana con respecto a otros países de Europa, ya que, por ejemplo, la primera mujer de la Universidad de Cambridge no se matriculó hasta 1947.

El 8 de marzo también se conmemoran otros sucesos que son símbolo de la lucha de las mujeres. Ejemplo de ello es lo ocurrido el 21 de marzo de 1911, también en Estados Unidos. Aquel día tuvo lugar un incendio en una fábrica de confección de camisas en Nueva York, provocando la muerte de 146 de trabajadores, 123 de los cuales eran mujeres, y 70 personas heridas. Uno de los mayores desastres industriales de la historia de la gran manzana. La mayor parte de las víctimas fueron mujeres jóvenes (tenían entre 14 y 23 años en su mayoría, la víctima de mayor edad tenía 48) y migrantes (sobre todo, mujeres de Europa del Este e Italia). El informe del jefe de bomberos decía que los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de las escaleras (para evitar robos, habituales en la zona por entonces). Muchas trabajadoras, al verse atrapadas, se precipitaron a la calle desde los pisos octavo, noveno y décimo de la fábrica. Esta desgracia fue el detonante para la creación de un sindicato muy importante en aquella época, el Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles (International Ladies’ Garment Workers’ Union), que lucharía por unas condiciones dignas de trabajo frente a la extrema precariedad que sufrían las mujeres.

Tras la Revolución de Octubre en la Unión Soviética, Alexandra Kollontai, diligente bolchevique bajo cuyo mandato el territorio consiguió el sufragio femenino, además de la legalización del divorcio y del aborto, consiguió la institucionalización del Día Internacional en la Unión Soviética. El Sóviet Supremo declaró no laborable el día 8 de marzo. Desde su aprobación tras la Revolución Rusa, el 8 de marzo comenzó a tenerse en cuenta en otros países, como China (desde 1922). Sin embargo, en España no se hizo nada relacionado con este movimiento hasta el año 1936, liderado por Dolores Ibárruri.

En 1975 fue instaurado por la ONU el Año Internacional de la Mujer. En 1977, la Asamblea General de la ONU invitó a todos los países miembro a que proclamasen el «Día de las Naciones Unidas para los derechos de la mujer y la paz internacional». Fue así como se unieron países como Chile a las reivindicaciones.

No fue hasta 1994 que se reconoció el Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos, también el 8 de marzo, gracias a la actriz y activista polaca Beata Poźniak, quien lo solicitó al Congreso.

En 2011 se celebró el Centenario del Día Internacional de la Mujer. Esto también coincidió con la creación de la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres).

En 2017 se llevó a cabo el primer ‘Paro Internacional de Mujeres’, realizado por organizaciones de mujeres en más de 50 países diferentes para dar visibilidad a todos los tipos de violencia machista (sexual, económica, social, política y cultural). Este paro se volvió a realizar el 8 de marzo de 2018, convocado por organizaciones feministas y otras organizaciones aliadas de la lucha en todo el mundo.

Creemos que es importante conocer la historia para aprender de ella y, en la de la lucha por los derechos de la mujer, existen principalmente cuatro ‘olas’ (recurso metafórico para indicar el resurgimiento) que os resumimos a continuación:
– Primera ola (s.XIX-s.XX): Se luchaba principalmente por los derechos matrimoniales y por derechos políticos como el sufragio femenino. En esta época tiene origen el movimiento de las Suffragettes (sufragistas).
– Segunda ola (segunda mitad siglo XX): Las mujeres centraron sus protestas en varios temas, como son la desigualdad, la reivindicación del trabajo fuera de casa o los derechos reproductivos. La Segunda Guerra Mundial contribuyó a la incorporación de la mujer en el mundo laboral, ocupando los puestos que dejaban los hombres cuando eran llamados a filas. De aquí el cartel de la remachadora (the Riveter) bajo el lema “We Can Do It”, animando a las mujeres a trabajar en estos puestos. Aunque la mayor parte de las mujeres, tras la guerra, perdiera su trabajo, éste se convirtió en algo fundamental para ellas. También empezaron los movimientos de liberación sexual de la mujer con autoras como Simone de Beauvoir o Betty Friedan.
– Tercera ola (años 90): En esta ola se defienden las nuevas interpretaciones del género. El colectivo feminista se vuelve adepto a otras luchas, surgiendo nuevos términos y luchas afines como el ‘ecofeminismo’, el ‘feminismo racial’ o el ‘transfeminismo’. Además del ‘patriarcado’, se empieza a hablar del ‘heteropatriarcado’.
– Cuarta ola (actualidad): La cuarta ola supone un cambio de paradigma. Las manifestaciones del 8 de marzo ya son masivas en todo el mundo. Las mujeres, con sus reivindicaciones y con sus movimientos virales (por ejemplo, el #MeToo o el #NoesNo, relacionados con los abusos sexuales y la violencia de género), han hecho que la población en general se haya vuelto más consciente de lo que el feminismo reivindica realmente. Gracias a lo cual muchos hombres se unen a la lucha y dan su apoyo abiertamente.

Aunque a lo largo de los años se han conseguido diferentes avances en cuanto a este tema; la realidad es que, a día de hoy, en pleno siglo XXI estos movimientos siguen siendo necesarios para llegar a la igualdad de libertades y derechos entre hombres y mujeres en la práctica, y no solo en países del tercer mundo, sino también en países del primer mundo

En este año 2021, el 8 de marzo no va a ser como querríamos que fuese. En muchas ciudades se han propuesto formas alternativas de reivindicación debido a la pandemia (manifestaciones pequeñas y con aforo limitado para garantizar la distancia de seguridad, carteles y motivos violetas en los balcones y ventanas…) para poder movilizarse y al mismo tiempo mantener a todo el mundo a salvo. Este año, reivindiquemos mientras nos protegemos. ¡Que tengáis un buen 8 de marzo!