El día 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor
Aunque en un principio el origen español de tal celebración se situó el 7 de octubre, fecha en la que se creía que había nacido Miguel de Cervantes, autor de «El Quijote», posteriormente se modificó. El motivo no es otro que hacer coincidir en una sola fecha celebraciones muy destacadas dentro del mundo de las letras. De hecho, alrededor del 23 de abril de 1616 murieron tres grandes autores de la literatura universal: el ya nombrado Miguel de Cervantes; William Shakespeare, autor de «Hamlet» o «Macbeth»; e Inca Garcilaso de la Vega, considerado el padre de las letras en el continente americano y autor de la «Historia de la Florida» y la «Historia General del Perú».
En realidad, hay ciertas discusiones en cuanto a las fechas, pues Cervantes murió el 22 de abril y fue enterrado el día 23, y Shakespeare falleció el 23 de abril según el calendario juliano que, de acuerdo con el gregoriano, esta fecha corresponde al 3 de mayo.
Sin embargo, dejando a un lado posibles diferencias en cuanto a los calendarios, lo cierto es que dicha fecha además coincide con numerosos nacimientos o muertes de otros autores destacados en el mundo de la literatura. De esta forma, el Día Internacional del Libro no solo pretende rendir honores a los autores ya mencionados, sino también a otros prominentes, como Maurice Druon (nacido en dicha fecha en 1918, francés y autor de la serie de siete novelas históricas titulada «Los reyes malditos»); William Wordsworth (fallecido el 23 de abril de 1850, inglés y autor de «Baladas líricas», y considerado como uno de los poetas románticos ingleses más importantes); Josep Plá (fallecido un 23 de abril de 1981, español y considerado el prosista más importante de la literatura catalana contemporánea); Manuel Mejía Vallejo (nacido un 23 de abril de 1923, colombiano y ganador de los premios Rómulo Gallegos y Nadal); Vladimir Nabokov (nacido un 22 de abril de 1899, ruso y autor de «Lolita»), o Haldor Kiljan Laxness (nacido un 23 de abril de 1902, islandés y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1955).
En realidad, el origen español de esta celebración es el 7 de octubre, fecha en al que se creía que había nacido el escritor del Quijote. La iniciativa corrió a cargo del escritor valenciano Vicente Clavel, quien propuso en 1923 en la Cámara Oficial del Libro de Barcelona celebrar cada año la Fiesta del Libro. Tan solo dos años después, el mismo Clavel insistió en su proposición en Cataluña e inició las gestiones en Madrid. Finalmente, la iniciativa tuvo éxito y culminó cuando el rey Alfonso XIII, el 6 de febrero de 1926, aprobó y firmó el Real Decreto que estableció que, cada año, el 7 de octubre se celebraría el nacimiento de Cervantes con una fiesta dedicada al libro español.
Tal iniciativa apenas se mantuvo durante cinco años. Por un lado, crecieron las críticas ante la fecha elegida, ya que había muchas dudas respecto a la fecha exacta del nacimiento del autor de El Quijote. Por otro, dado que las actividades relacionadas con el Día del Libro tenían la calle como principal escenario, era más aconsejable celebrar tal día en primavera y no en otoño. Las críticas llegaron a tal punto que, finalmente, en 1930, se trasladó tal festividad al 23 de abril, día elegido por muchas editoriales para publicar y presentar sus principales novedades, así como para organizar actos de firmas de ejemplares con los autores.
En 1955, el gobierno español tuvo la iniciativa de presentar a la UNESCO la celebración a nivel mundial del Día del Libro, recogiendo la propuesta de la Unión Internacional de Editores. De esta forma, la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París, recogió el guante enseguida con el objeto de rendir un homenaje universal a los libros y a los autores, además de animar a todos, especialmente a los más jóvenes a disfrutar de la lectura y a valorar las contribuciones de aquellos que impulsaron el progreso social y cultural de la humanidad. De esta forma se creó el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor y el premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil Pro de la Tolerancia. Asimismo, años más tarde, la UNESCO decidió elegir una ciudad cada año para ser la Capital Mundial del Libro, decisión tomada por la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas. En 2001, la primera ciudad elegida fue Madrid, seguida de Alejandría (2002), Nueva Delhi (2003), Amberes (2004), Montreal (2005), Turín (2006), Bogotá (2007), Ámsterdam (2008), Beirut (2009), Liubliana (2010), Buenos Aires (2011), Ereván (2012), Bangkok (2013), Port Harcourt (2014), Incheon (2015), Breslavia (2016), Conakry (2017), Atenas (2018), Sharjah (2019) y Kuala Lumpur (2020).
Para 2021, la capital elegida ha sido Tiflis (Georgia) que ha organizado diferentes actividades centradas en el uso de tecnologías modernas como herramientas poderosas para promover la lectura entre los jóvenes. Bibliotecas, un festival del libro infantil, un proyecto digital de última generación para transformar libros en juegos y la reconstrucción de la primera editorial georgiana son las principales actividades que ha organizado la ciudad para festejar el Día del Libro. Un programa de actividades dirigido especialmente para niños, jóvenes y lectores que tienen un acceso limitado a los libros y centrados en la innovación con el objetivo de popularizar la lectura y aumentar la accesibilidad a los libros para toda la sociedad.
La UNESCO, por su parte, también organiza diferentes actividades con motivo del Día Mundial del Libro. En tal fecha, difundirá citas, poemas y mensajes con el objetivo de simbolizar el poder de los libros y fomentar la lectura. Se espera que autores muy reconocidos de la literatura hispana se sumen a la celebración leyendo fragmentos de sus libros. Además, la UNESCO propone crear un trampantojo con una portada de libro y compartir la foto en las redes sociales.
En Cataluña (España), el Día del Libro coincide con la celebración de Sant Jordi, por lo que es una tradición regalar una rosa al concluir una lectura, evento o pregón, y que los enamorados y personas queridas se intercambien una rosa y un libro. En líneas generales, las tradicionales celebraciones y ferias del libro que tienen lugar para conmemorar este día se han visto suspendidas por culpa de la pandemia, pero no faltan actividades que se pueden llevar a cabo respetando las normas de seguridad organizadas tanto desde el Ministerio de Cultura y Deporte como desde el Instituto Cervantes y por cada administración española (autonómica, provincial, local). A falta de las conocidas ferias, abundan actividades que se pueden disfrutar online, como cuentacuentos, espectáculos de animación a la lectura, talleres de arte y narración, espectáculos musicales o cuentacuentos, sin faltar campañas solidarias de recogida de libros.
Como afirma la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, «los libros contribuyen a unir a la humanidad como una sola familia, compartiendo un pasado, una historia y un patrimonio, para forjar un destino común donde todas las voces sean escuchadas en el gran coro de las aspiraciones humanas».
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