Premio Nobel de Física 2021.

Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la yerba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porque la belleza permanece siempre en el recuerdo.

William Wordsworth

Premio Nobel de Física 2021. Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi

La Real Academia Sueca de Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Física 2021 “por sus innovadoras contribuciones a nuestra comprensión de los sistemas físicos complejos” con una mitad conjuntamente a Syukuro Manabe (Princeton University, Estados Unidos) y Klaus Hasselmann (Instituto de Meteorología, Max Planck, Hamburgo, Alemania) y la otra mitad a Giorgio Parisi (Universidad Sapienza de Roma, Italia).

Los tres galardonados, anuncia la Academia Sueca, comparten el Premio Nobel de Física de este año por sus estudios de fenómenos caóticos y aparentemente aleatorios.

¿Qué significa exactamente fenómenos caóticos, aleatorios?
Y, ¿sistemas complejos?

Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre este apasionante capítulo de la física-matemática actual.

La Teoría del caos y el efecto mariposa

Podemos estar de acuerdo en que el gran poder de la ciencia descansa en la capacidad de relacionar causa y efecto. A partir de las leyes de la gravedad, por ejemplo, los eclipses pueden predecirse con miles de años de antelación.

Pero hay otros fenómenos naturales cuya predicción no es tan sencilla. Aunque los movimientos de la atmósfera obedecen las leyes de la física en la misma medida que los movimientos de los planetas, las predicciones meteorológicas se realizan en términos de probabilidades. En contra de lo que se pensó durante largo tiempo, que un sistema esté gobernado por leyes completamente deterministas no garantiza que su comportamiento pueda predecirse en el futuro.

Este tipo de fenómenos se engloban en la llamada Teoría del caos y han venido por tanto en llamarse sistemas caóticos. Están caracterizados en que minúsculas variaciones en las condiciones iniciales derivan muy pronto en enormes diferencias en la evolución del sistema.

Esto tiene una consecuencia muy importante y es que en el régimen caótico es imposible realizar predicciones a largo plazo, ya que nunca se van a poder conocer las condiciones iniciales del sistema con infinita precisión.

Una forma, hoy en día muy popular, de referirse al fenómeno anterior es el término efecto mariposa, que proviene del título de la conferencia pronunciada por Edward N. Lorenz en 1972 en la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia: “¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil desencadenar un tornado en Texas?”. Lorenz quería enfatizar, con una imagen provocativa, la dependencia extrema a las condiciones iniciales de un sistema caótico por excelencia como es el tiempo metereológico.

Sistemas caóticos: tiempo meteorológico y clima de la Tierra

Así, el tiempo meteorológico es un ejemplo típico de sistema caótico bajo esta definición y no han sido muchos los científicos que se han arriesgado a encontrar leyes de comportamiento o patrones y sacar conclusiones ante este fenónemo.

Precisamente por atreverse a esto han sido galardonados Manabe y Hasselmann, dos climatólogos que han definido los fundamentos de nuestro conocimiento del clima de la Tierra y cómo la humanidad influye en él.

El científico japonés Syukuro Manabe a lo largo de sus 90 años de vida ha liderado el desarrollo de modelos físicos del clima de la Tierra (ya en las décadas de 1960 y 1970), basados en gran parte en la interacción entre la circulación atmosférica y su transporte de calor. Estos estudios han dado lugar a los fundamentos de los modelos climáticos que se manejan en la actualidad, y es lo que le ha valido el máximo galardón, el Nobel de Física de este año.

Unos años más tarde, el investigador alemán Hasselmann, fundador del Instituto Max Planck de Meteorología, desarrolló un modelo que relacionaba el tiempo meteorológico (caótico y, como tal, impredecible a largo plazo) y el clima. En particular, Hasselmann demostró que la dinámica caótica del tiempo meteorológico subyacía a la variabilidad del clima a largo plazo. Entre otras aplicaciones, sus métodos se emplearían más tarde para demostrar que el aumento global de la temperatura terrestre se debe a las emisiones de dióxido de carbono generadas por el ser humano.

Sistemas complejos. ¿Qué podrían tener en común el clima, los hormigueros, las selvas tropicales, el cerebro humano, el lenguaje y el mundo bursátil?

Una de las consecuencias inmediatas de la Teoría del caos, es la idea de que el todo es algo más que la suma de las partes.

En un influyente artículo de 1972 titulado «More is different», el físico y premio Nobel Philip W. Anderson enfatizó que existe una profunda diferencia conceptual entre las propiedades de los constituyentes individuales y las características emergentes de un sistema o agregado.

En cada nivel de organización surgen fenómenos completamente nuevos y leyes que no guardan ninguna relación obvia con las que rigen el nivel anterior. Anderson defendió que esas leyes emergentes revestían un carácter tan fundamental como las primeras, de modo que un gran número de constituyentes en interacción no solo da lugar a un sistema mayor, sino a uno fundamentalmente distinto.
Más es diferente.

Así, podríamos señalar que son sistemas complejos aquellos que, formados por un gran número de elementos, exhiben propiedades “emergentes”. Estas se caracterizan por el hecho de que, aunque aparecen como consecuencia de la interacción entre los componentes individuales del sistema, no pueden explicarse a partir de la simple “suma” de estos. El todo es mucho más que la suma de sus partes.

La razón por la que estos sistemas se denominan “complejos” es porque es muy difícil modelar su interacción y predecir su evolución futura.

Así, el clima, los hormigueros, las selvas tropicales, el cerebro humano, el lenguaje y el mundo bursátil son solo algunos ejemplos de sistemas complejos dotados de propiedades especiales a medio camino entre el orden y el desorden.

Parisi y las bandadas de estorninos

En este contexto, las investigaciones del físico teórico italiano Giorgio Parisi le llevaron a conseguir crear nuevas técnicas para entender los sistemas complejos. Ya en la década de 1980 descubrió patrones ocultos en materiales complejos desordenados. Estos descubrimientos se encuentran entre las contribuciones más importantes del mundo a la teoría de sistemas complejos.

No es de extrañar que la Academia sueca no ahorre en halagos cuando expresa la inmensa y extensa actividad de Parisi: “recibe el Nobel por el descubrimiento de la interacción del desorden y fluctuaciones en sistemas físicos desde la escala atómica a la escala planetaria“.

Sus principales contribuciones en física han sido en teoría cuántica de campos, física estadística y sistemas complejos: desde los vidrios de espín hasta las redes neuronales e inteligencia artificial…….pasando por las bandadas de estorninos.

Fijémonos en este último sistema complejo: una bandada de estorninos.

Son cientos de aves que se mueven formando ondas, en una mezcla de orden y de caos. La bandada es un ejemplo de sistema complejo: los pájaros por separado no saben volar en ondas. El movimiento de la bandada es una propiedad emergente. Solo tiene lugar cuando existe el grupo o sistema.

Con simulaciones informáticas se han podido crear estos patrones de movimiento haciendo que cada individuo del grupo siguiese solo tres simples reglas: no debe alejarse del grupo, debe mantener cierta distancia de sus adyacentes y debe volar alineado con los demás. Se cree que los pájaros de la bandada solo interactúan realmente con unos siete vecinos cercanos, pero como forman una red, acaban conectándose todos con todos.
En palabras de Parisi: “El cambio de comportamiento de un animal afecta y es afectado por todos los animales del grupo, sin importar lo grande que sea”.

Sistemas complejos. El lenguaje humano

Para finalizar vamos a intentar exponer de manera sucinta otro interesante sistema complejo: el lenguaje humano.

Si adoptamos una visión realista y natural del lenguaje, esto es, intentamos explicar su uso real por parte de los hablantes, nos encontramos con que su comportamiento es muy similar al de los sistemas complejos.

Podríamos decir que el lenguaje es complejo por dos razones: porque está compuesto por diferentes subsistemas (fonológico, morfológico, sintáctico, semántico,..) y, lo que es más, porque estos subsistemas son interdependientes, es decir, un cambio en cualquiera de ellos produce modificaciones, bien de forma directa o indirecta, en los demás.
En definitiva, el lenguaje es complejo porque su comportamiento global emerge de la interacción de los subsistemas, no es una mera suma o producto de ellos.

Esperamos con este blog haber despertado la curiosidad del lector y agradecemos que la Academia sueca haya reconocido un campo que es de enorme ayuda para el futuro desarrollo de la humanidad.

Como colofón, dejo al lector que saboree la propiedad emergente que se desprende de tan solo veintinueve palabras del poema de W. Wordsworth “Oda a la Inmortalidad” que encabeza este artículo.

Autora: Manuela Maza Ruiz