Con las tradicionales celebraciones canceladas por la actual pandemia provocada por la COVID-19, el Día de la Hispanidad se celebra en este 2020 de una forma atípica. Ni el desfile armado que solía recorrer las calles de Madrid, ni la recepción en el Palacio Real de Madrid van a tener lugar. Apenas un pequeño y austero acto organizado con motivo del Día de la Fiesta Nacional por parte de los Reyes de España. Un discreto encuentro en la Plaza de la Armería del Palacio entre Sus Majestades, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, varios vicepresidentes, ministros, como la titular de Defensa, Margarita Robles, y algunas autoridades autonómicas, locales y militares.

La pandemia obliga y el Día de la Hispanidad será un tanto “descafeinado” en cuanto a actos conmemorativos. Aunque bien es cierto que debería ser un día de celebración para todos aquellos que comparten el castellano como lengua común. No en vano, fue en 1935 cuando el gobierno de la Segunda República quiso celebrar por primera vez la llegada de Cristóbal Colón a la isla de Guanahani, en el archipiélago de las Bahamas, un 12 de octubre de 1492. El conflicto bélico impidió la fiesta que, en 1958, fue recuperada por el caudillo Francisco Franco bajo el nombre de “Dia de la Raza”. Denominación que fue cambiada posteriormente a instancias de Ramiro de Maeztu quien, en un artículo llamado “La Hispanidad”, publicado en la revista Acción Española, afirmaba que “el 12 de octubre, mal titulado Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el día de la Hispanidad”.

En la actualidad, la celebración está regulada por la ley 18/1987, obviando el término “Día de la Hispanidad”, pues se refiere a ella como “Fiesta Nacional”. A pesar de ello, la norma explica que “simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma monarquía, inicia un periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”.

Fiesta que también se instauró en numerosos países de América Latina durante las primeras décadas del siglo XX como festividad nacional. Aunque el nombre ha ido variando en varios de ellos, reflejando la identidad del país, por lo que se celebran el “Día de la Diversidad Cultural”, el “Día del Encuentro de Dos Mundos” o el “Día de la Resistencia Indígena”.

Festividad que, en cualquier caso, debería servir como reflejo de una historia y una lengua común que comparten 580 millones de personas, según el Instituto Cervantes. Una cifra que representa el 7,6% de la población mundial y de la cual 483 millones de personas son hispanohablantes nativos, lo que hace del español la segunda lengua materna del mundo por número de habitantes. A ello, se suman los casi 22 millones de personas que lo estudian en 110 países y que, en la actualidad, el español es la tercera lengua más utilizada en Internet. Muy buenos motivos para hacer de la lengua el principal arma de comunicación y entendimiento entre los hablantes.