Para los amantes de la lengua, la ciudad de Valladolid ofrece una magnífica oportunidad para conocer los orígenes del español. Bajo el título “Los orígenes del español II. De Valpuesta a Cardeña”, la exposición busca el origen de la lengua española en los scriptorium de los monasterios. Para ello, se centra en dos focos principales: los monasterios de Oña y Valpuesta, en el norte de Burgos; y los de San Pedro de Cardeña y Silos, en el sur de la provincia burgalesa que se convierte de esta manera en el epicentro del nacimiento de la lengua castellana.

La muestra se puede contemplar en la sala municipal de exposiciones de la Casa Revilla de Valladolid. Organizada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (ICYL) y la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid, permite contemplar los facsímiles de los documentos más importantes que acreditan la aparición de la nueva lengua. Documentos en los que se observa cómo desaparecen paulatinamente las palabras y estructuras del latín.

Una época que se enmarca entre el siglo X, en el que se enmarca el Cartulario de Valpuesta, y el siglo XIII, momento en el que se redacta el Tratado de Cabreros del Monte, considerado como el primer diploma real escrito en lengua romance castellana. Un documento que, en 1206, rompe con el uso del latín como lengua habitual en los diplomas de las cancillerías reales. En este tratado, cuyo único original se guarda en el archivo de la catedral de León, se reconoce al infante Fernando, hijo de Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla y futuro Fernando III el Santo, como heredero del trono leonés a la muerte de su padre.

Entre medias, se sitúan los libros Becerro, escritos en el siglo XII, y cuyo mejor ejemplar es el Becerro Gótico. El nombre de estos manuscritos deriva de haber sido redactados sobre vitela o piel de vacuno y reunidos en un bloque.

Considerada como la segunda parte de la exposición que abrió hace diez años en la Feria del Libro de Guadalajara, en México, la principal novedad es la incorporación de seis nuevos documentos vinculados directamente con la historia de Valladolid. Entre ellos, los relacionados con la repoblación de Valladolid por parte del conde Pedro Ansúrez, lo que le permitió dejar de ser una aldea dependiente de Cabezón de Pisuerga a contar con una autonomía urbana que la convirtió en poco tiempo en una de las más importantes villas castellanas.