Día Mundial del Medio Ambiente
El 15 de diciembre de 1977, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció que cada 5 de junio se conmemoraría el Día Mundial del Medio Ambiente. No obstante, este día se celebra desde 1974, ya que, dos años antes, se llevó a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (CNUMAH), también conocida como la Conferencia de Estocolmo o la Cumbre de la Tierra. Esta fue la primera reunión internacional que se organizó con la finalidad de tratar temas medioambientales. Asimismo, ese mismo año se aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Con esta celebración, la ONU pretende crear conciencia y sensibilizar a la población mundial y a los gobiernos sobre diferentes temas relacionados con el medio ambiente. Los principales objetivos son: motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo, promover el importante rol que representan las comunidades en el cambio de actitud ante temas ambientales y fomentar la cooperación para que el medio ambiente sea sostenible y, de esta forma, garantizar que todas los países y las personas disfruten de un futuro más próspero y seguro. De hecho, las Naciones Unidas consideran este día como uno de los más importantes, puesto que a través de acciones se intenta de concienciar y llevar a cabo una acción global a favor de cuidar el medio ambiente.
Desde entonces, el Día Mundial del Medio Ambiente se ha celebrado en diferentes países con múltiples actividades como concentraciones en las calles reclamando un mayor control y cuidado del medio ambiente, campañas de reciclaje y limpieza, conciertos ecológicos, carteles de gran tamaño en escuelas y colegios, plantaciones de árboles, etc. Además, los medios de comunicación reflejan la importancia de cuidar el medio ambiente y muchos países aprovechan para firmar y ratificar convenios internacionales para el cuidado de la naturaleza.
Cada año la conmemoración cuenta con un país anfitrión y un tema central. Este año, el país anfitrión es Pakistán y el tema la Restauración de Ecosistemas (prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo). De este modo, se intenta concienciar a la población mundial sobre la necesidad de recuperar aquellos ecosistemas que hayan sido degradados o destruidos, además de conservar los que aún siguen intactos. Sin duda, disponer de ecosistemas más saludables favorece la conservación de la biodiversidad y aporta mayores beneficios en los suelos fértiles, la disponibilidad de recursos y las reservas de gases de efecto invernadero.
Según el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la restauración de los ecosistemas puede llevarse a cabo de diferentes formas, desde plantar nuevos árboles en lugares degradados hasta intentar eliminar las presiones a las que se ve sometida la naturaleza para que pueda recuperarse por sí sola. La ONU reconoce la dificultad de llevar a cabo estas políticas porque devolver un ecosistema a su estado original es una ardua tarea. Las necesidades humanas por la tierra cultivable o el desarrollo de nuevas infraestructuras en lugares que solían ser bosques impiden que determinados suelos no puedan regresar a su estado natural. Asimismo, no se puede olvidar la constante evolución del clima que obliga tanto a ecosistemas como a sociedades a adaptarse continuamente.
A pesar del mal estado medioambiental del planeta, sobre todo, en determinadas zonas muy contaminadas, la ONU considera que es posible restaurar todo tipo de ecosistemas, por ejemplo, bosques, tierra agrícola, humedales, ciudades, océanos… La colaboración de organizaciones e individuos es esencial para ello, desde gobiernos y empresas hasta comunidades y particulares. Por otro lado, la degradación del medio ambiente suele tener numerosas y variadas causas y presenta muy diferentes escalas.
Las Naciones Unidas afirma que la restauración de 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos degradados de aquí al año 2030 podría generar alrededor de nueve billones de dólares estadounidenses en materia de servicios ecosistémicos. Además, esta restauración podría eliminar de la atmósfera entre 13 y 26 gigatoneladas (una gigatonelada equivale a mil millones de toneladas métricas) de gases de efecto invernadero. Desde el punto de vista económico, estas acciones son fáciles de calcular. Adicionalmente, de acuerdo con la ONU, los beneficios económicos exceden diez veces el coste de la inversión, mientras que el precio de no hacer nada es al menos tres veces mayor que el de la restauración de los ecosistemas.
Pero no es solo una cuestión económica, la restauración de los ecosistemas protege y mejora los medios de subsistencia de las personas que dependen de ellos, permite controlar las enfermedades y reduce el riesgo de que ocurran desastres naturales, además de ayudar a conseguir los objetivos marcados por las estrategias de desarrollo sostenible. En este sentido, cabe recordar que desde el programa de medio ambiente de la ONU se reconocen ocho tipos de ecosistemas principales, así como algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para conservarlos y revivirlos. Dichos ecosistemas son los siguientes:
- Tierras de cultivo: afectadas por el uso intensivo, la erosión y el exceso de fertilizantes (el nitrógeno de estos contamina el aire y el agua, y contribuye al cambio climático) y pesticidas. Para restaurarlos se fomenta la reducción de la labranza y de fertilizantes, potenciando mecanismos de control de plagas naturales y la introducción de cultivos más diversos. De esta forma se consigue incrementar los depósitos de carbono en los suelos aumentando su fertilidad.
- Bosques: hábitat del 80 % de las especies de anfibios del mundo donde la tala, la contaminación, las plagas invasoras y los incendios están reduciendo los ecosistemas forestales que necesitan ser replantados. Para ello, pueden utilizarse las tierras de cultivo degradadas y en desuso.
- Lagos y ríos: la contaminación, el exceso de explotación pesquera y el aumento en la extracción de agua para el riego, la industria y el consumo humano están convirtiendo el agua potable en un lujo. Gestionar la contaminación, los desechos y la demanda de agua y peces permitirá reactivar estos lugares.
- Pastizales y sabanas: sobrepastoreados, erosionados, convertidos en tierras agrícolas e invadidos por especies exóticas, estos entornos necesitan ser replantados con pastos nativos. Los pastores son fundamentales para reintroducir especies vegetales y animales que necesitan recuperar sus poblaciones.
- Montañas: con más de 600 glaciares desaparecidos, la agricultura y las viviendas han eliminado la vegetación de las pendientes, provocando una peligrosa erosión de estos entornos, donde las altas temperaturas está obligando a adaptarse a las especies. Revivir los bosques, prevenir deslizamientos de tierra e inundaciones y determinadas técnicas agrícolas pueden ayudar a contener el cambio climático.
- Océanos y costas: la contaminación, la sobrexplotación y el cambio climático están amenazando los ecosistemas marinos, donde es posible hacer sostenibles la pesca y el uso de los manglares. Tratar las aguas residuales y evitar que los plásticos lleguen al agua es primordial para que los océanos sigan sustentando la biodiversidad de miles de millones de seres vivos en todo el mundo.
- Turberas: el fuego, el pastoreo excesivo, la contaminación y la extracción de turba están degradando estos entornos donde se almacena casi un tercio de todo el carbono. Es necesario mantenerlas húmedas y restaurar los entornos degradados para detener sus emisiones y proteger plantas y animales.
- Áreas urbanas contienen un enorme poder de restauración si ciudadanos y autoridades permiten crecer plantas aptas para las abejas, crear bosques urbanos y otros hábitats. Puede ser tan sencillo como cortar el césped con menos frecuencia, crear aceras permeables, humedales urbanos y restaurar áreas industriales contaminadas.
Desde Norak apoyamos la causa y os invitamos a colaborar por el cambio. Infórmate más sobre la restauración de los ecosistemas en: https://www.decadeonrestoration.org/es/en-que-consiste-la-restauracion-de-los-ecosistemas
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