La historia de las mujeres y la traducción resulta ser una narrativa fascinante que ha estado entrelazada con el tejido de la comunicación global a lo largo de los siglos. Si bien a menudo estas han trabajado en la sombra o bajo pseudónimos masculinos –al igual que muchas escritoras conocidas o no tanto–, su contribución a la difusión del conocimiento, de nuevas ideas y de la literatura en general ha sido fundamental. No cabe duda de que, desde tiempos antiguos hasta la era moderna, las mujeres han desempeñado un papel capital tejiendo hilos lingüísticos en el apasionante mundo de la traducción.

Historia de la traducción española

El pasado 1 de diciembre, el diario 20minutos publicó un artículo sobre el hallazgo de la traducción del latín al español de “una obra capital en la Historia de España” y “única en la historia de la traducción española”, señala este diario, firmada por el autor romano Terencio, uno de los autores de comedia latinos más importantes del siglo II, y realizada por Laura Alexandra Sigüenza, una mujer que se estima que vivió entre los siglos XVIII y XIX.

Sigüenza, poseedora de una formación intachable y de un nivel intelectual que nada tenía que envidiar al de cualquier hombre ilustrado de la época, realizó esta traducción de Andria para que su hija pudiera leerla. De la traducción de esta comedia a la lengua de Cervantes sólo existen tres ejemplares, lo cual convierte a la hallada en “una joya”, que pertenecía a la biblioteca personal de Marcelino Menéndez Pelayo y que éste legó a la ciudad de Santander. En definitiva, un “únicum en toda la tradición textual de este autor y en toda la recepción que tenemos de Terencio y de los autores clásicos en España. Es capital”, señala el diario.

El empoderamiento, la diversidad y los avances tecnológicos han hecho que las mujeres del siglo XXI sigan destacándose como líderes en el campo de la traducción. La imparable globalización y la importancia de la diversidad cultural han elevado la demanda de habilidades tanto lingüísticas como culturales, brindando a las mujeres nuevas oportunidades para seguir dejando su huella, como lo hizo Sigüenza, en el mundo de la traducción.

Superación de barreras

En resumen, la historia de las mujeres traductoras es una historia de superación de barreras, de contribuciones valiosas y de resistencia. A medida que continúa avanzando este siglo XXI, resulta esencial reconocer y celebrar el impacto duradero de las mujeres en el campo de la traducción, pues ellas han ido tejiendo hilos de conexión a través de las palabras, creando puentes culturales y facilitando la comprensión entre las diversas comunidades del mundo.