Los 10 países donde conviven más idiomas

Si el 40% de la población mundial concentra el uso de los diez idiomas más populares, lo cierto es que apenas hay países en los cuales se hable una sola lengua. En este sentido, Corea del Norte destaca por ser uno de los pocos en los cuales se habla un solo idioma, seguido en esta escasa diversidad lingüística por Islandia (dos), Haití y Corea del Sur (tres), Bahamas (cuatro), Cuba e Irlanda (cinco), Jamaica (siete) y República Dominicana (ocho).

No obstante, también es posible encontrar lugares donde conviven infinidad de lenguas, como México o Brasil, donde se hablan más de 200 lenguas. En líneas generales, se trata de países donde han sobrevivido las culturas aborígenes a pesar de la imposición de lenguas colonizadoras. De hecho, “la lengua grande suele comerse a la chica”, básicamente porque la lengua de los colonizadores o de los inmigrantes europeos se utilizaba en medios oficiales, además de ser el habla común de las clases medias.

Por ello, no son pocos los países de América Latina donde hay gran variedad de lenguas, aunque la tendencia sea hacia el monolingüismo. Más allá de los ya mencionados México y Brasil, destacan Perú (94 lenguas), Colombia (87), Venezuela (50), Bolivia (44), Argentina (36), Paraguay (29), Guatemala (26), Ecuador (24) y Surinam (22), donde son abundantes los pueblos nativos. Poblaciones que, en los últimos años, han conseguido preservar su cultura gracias, en parte, a que se han recuperado demográficamente, al interés de ciertas instituciones culturales y a que en algunos lugares se han conformado como marca de identidad nacional. Sirva como ejemplo de ello el guaraní en Paraguay.

Mas, en el extremo de tan particular ranking se pueden hallar diez países en los cuales la convivencia lingüística es particularmente extrema. Es decir, donde se utilizan una inmensa variedad de lenguas. El primero de ellos es Papúa Nueva Guinea, donde se constata el uso de 838 idiomas. Le siguen Indonesia (707 idiomas), Nigeria (529), India (454), Estados Unidos (420), China (301), México (288), Camerún (281), Australia (244) y Brasil (228). Lugares que surgieron como países independientes como consecuencia de procesos colonizadores que unieron territorios en los cuales existían un gran número de tribus indígenas y recibieron inmigrantes procedentes de diferentes partes del mundo.

No obstante, en un mundo cada vez más globalizado se observan dos tendencias lingüísticas. Por un lado, las lenguas más utilizadas, como el inglés o el español, tienden a imponerse frente a lenguas con menos hablantes que suelen quedar reducidas a ámbitos más privados. El uso de dichas lenguas como medio de comunicación “oficial” de los estados favorece este hecho.

Al mismo tiempo, los movimientos migratorios y la composición multicultural de determinadas ciudades donde se concentran las posibilidades de proyección social y económica, en detrimento de las áreas rurales, hace que haya metrópolis donde se pueden hallar un buen número de lenguas. Buen ejemplo de ello es Barcelona, donde un informe de la ONG Linguapax indica que se hablan más de 300 lenguas diferentes, consecuencia de los casi 400.000 habitantes extranjeros. Así, no es extraño que en la capital catalana se escuchen ecos de panjabi, quechua, wolof, guaraní, aimara, urdu, hebreo y, por supuesto, las diferentes lenguas de España (castellano, vasco, catalán, gallego, aragonés, asturiano…).